Hace días que lo sentía, hace momentos que lo veía
Traté de suavizar cada detalle para no darme cuenta
Sentir que en mi no funcionaban las cosas.
Ya no me veía en su luz, ya no lo sentía caminar a mi lado
Las faltas de cariño era un delito que no eran justificadas
La ausencia de su voz al unirnos en secreto…
Ya no había fuerza al besar, las cosquillas disminuyeron
De pronto te vi, desconocido ante mis ventanas
Y sentí repulsión ante la monotonía gestionada.
Era tan sencillo soportarnos una hora, un beso de despedida
¡Y ya estaba!
Otro día que pudimos pasar “juntos”
Como peces buscando refugios alternos
Que si tengo que ir a jugar futbol, que la escuela,
El trabajo…una y mil escusas para no vernos.
Hacer el amor se convirtió en un logro enorme
Poder decir; “esta noche no salimos, quedamos
Hoy para hacer el amor?”
Había un silencio, pero siempre un “sí, está bien”
Ese tono que insinúa la apatía de un encuentro,
Mientras se llenan mis ojos de lágrimas miro
Arriba, en espera de la “señal” afirmativa para partir
-¿Es qué no la has visto ya demasiadas veces?-
Así puntualizó la parte frívola que llevo en mi interior,
¡Para!, ¡para!
Acallo mis voces, porque duele, duele demasiado
Por segunda vez, haber fracasado.
-Si, seguro que tiene usted el síndrome post enamoramiento.
Hizo la aseveración mi Doctor.
¡Ah! Ahora lo comprendo todo.
¿Y cómo le explico a él que la falacia terminó?
A recoger costales de ilusiones, ¡no sirven!
Que al final lo más doloroso es darse cuenta
que se regresa a donde mejor estarás...contigomisma!
