...Sólo que a veces no comprendo lo hostil en tus palabras
esa magia con la que me reclamas, como insultas mi alma
cuando de pronto te levantas y estrujas en mi brazo.
lamento no darte las agallas para amarme, lamento que
en el rincón de mis esperanzas aún sienta ganas de besarte
con los labios llenos de la sangre derramada por tus palabras
detesto ser culpable de la ira que arrojas ante mi,
a veces, mientras estas lejos me visualizo amordazada
con los puños bien apretados y los ojos apagados
y es curioso que mi anhelos se cumpla día con día.
Es que no estoy mal, sólo sé que tú eres hostil sólo
cuando hago que tu rabia salga de tu interior.
sé que si yo imitara a tu patrón de mujer, nada de esto
ocurriría...¡si tan sólo supiera qué deseas de mi!
si tan sólo pudiera hacerte feliz, si fuese más inteligente,
si tuviera la belleza que otras tienen, si fuese menos vulnerable.

Si tan sólo pusiese darte ese hijo que mereces,
si tan sólo pudiese levantarme con la cara hinchada
y gritarte lo mal que me hace ser tierra infértil.

¡Si pudiera gritarte a la cara que no merezco tu agresión!

hoy llegaste, sonreíste un poco...3 minutos después
tu puño me recordó lo miserable que soy.

Y no es el puño el que golpea, las palabras afiladas
Son las que me marcan.